Gran parte de la población mundial encuentra dificultades a la hora de conciliar el sueño. Los motivos pueden ser muy variados, desde el estrés laboral, hasta una mala alimentación en las horas previas a acostarse.
Sin embargo, la adopción de ciertos hábitos puede contribuir a alcanzar un buen descanso por las noches y, por ende, evitar el insomnio.
Te compartimos algunos de ellos a continuación:
- Intentar adoptar un horario regular para irse a dormir y para despertarse.
- Intentar no dormir siestas.
- Hacer ejercicio regularmente durante el día. No se recomienda ejercitar por la noche.
- Dormir en un espacio donde haya total oscuridad. También puede utilizar un antifaz.
- Evitar leer o mirar televisión antes de ir a dormir.
- Dejar los dispositivos eléctricos lejos de la cama para evitar utilizarnos antes de ir a dormir.
- Evitar ingerir cafeína, otros estimulantes, cigarrillos o alcohol a menos de seis horas de irse
a la cama. - Comer liviano/saludable en la cena.
- Aprender técnicas o hábitos de relajación para aplicar antes de acostarse a descansar. Por
ejemplo: darse una ducha, o meditar. - Evitar los dulces antes de dormir. El azúcar en la sangre acelera el organismo.
- Anotar las cosas que lo preocupen en un diario para organizarse y despejar la mente.
- Intentar no concentrarse en dormirse. No chequear la hora en el reloj constantemente.
Adoptar buenos hábitos de sueño puede marcar la diferencia en la calidad de las noches y en la prevención del insomnio. Estas recomendaciones, que van desde establecer horarios regulares hasta evitar estimulantes antes de dormir, ofrecen un camino hacia un descanso más reparador. Al hacer pequeños cambios en la rutina diaria, es posible disfrutar de un sueño más tranquilo y revitalizante, mejorando así la calidad de vida en general.
